Y para ello una de las cosas que primero debemos de tener en cuenta es la iluminación. En primer lugar debemos buscar el centro perfecto de la mesa, y situar sobre ella el punto de luz del que colgaremos la lámpara, para que de esta manera quede centrada y no produzca desequilibrios visuales, de peso y de luz.
Si queremos algo un poco más decorativo, podemos optar por una lámpara de diseño, o por situar más de una lámpara. En estos casos es aconsejable optar por un número impar, y situarlas de forma ordenada sobre la mesa.
Deberemos buscar una luz cálida, amarillenta, que cree un ambiente apropiado para estar un largo rato tras la comida, y mientras esta dure. La lámpara colgante además de dar la luz necesaria para ver, hace que los limites de la estancia se acerquen, y que al sentarnos alrededor de la mesa, no sintamos sobre nosotros una altura excesiva que nos de sensación de desamparo.
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